Una dieta proteinas (también conocida como dieta proteica o proteinada) se basa en la ingesta prácticamente exclusiva de proteinas. Al llevar a cabo esta alteración en lo que comemos y al prescindir de hidratos de carbono, lípidos, glúcidos y grasas, lo que estamos diciéndole al cuerpo es que ha de empezar a quemar todas las reservas de grasa que no están directamente relacionadas con el aporte de energía inmediata para movernos y realizar todo tipo de actividades. 

La dieta proteinas permite quemar rápidamente la grasa localizada. De hecho, durante la primera semana de dieta ya se suelen perder entre tres y cuatro quilos, y a lo largo de las semanas siguientes se pierden unos dos quilos por cada siete días que pasan. Para que la dieta sea lo más eficaz posible, se recomienda prestar especial atención a la calidad de las proteínas que se ingieren y asegurarse de que estas cuentan con un alto valor biológico. De lo contrario, existe el riesgo de que nuestro organismo empiece a quemar la masa muscular en vez de la grasa liposa acumulada.

Por otro lado, la dieta proteinas dispone de una ventaja que no puede conseguirse con ninguno otro tipo de dieta, y es que aquel que la pone en práctica no se ve afectado por la sensación de hambre ni de debilidad. Más bien al contrario, la dieta proteinas permite comer tanta cantidad como se quiera, siempre y cuando los alimentos a ingerir sean proteínicos. Además, si se consumen alimentos de calidad la pérdida de masa muscular es nula, lo que hace que el método también sea idóneo para aquellas personas que tienen miedo de que hacer dieta les pueda hacer perder parte de su tono. 

La dieta proteinas también es una opción excelente para aquellos que tengan el coleserol alto, puesto que lo reduce de manera casi tan rápida como lo hace con los quilos de más. Algo muy similar sucede con la presión arterial, puesto que si la tienes excesivamente alta esta dieta te ayudará a regularla.